Estamos en septiembre, ese precioso mes del que siempre hablamos como “mi favorito”! Me encanta su luz, su temperatura y sus preciosas tardes en las que ya se puede oler que se acerca el otoño….teníamos que hacer algo especial con los peques como despedida de las vacaciones de verano!! …un paseo?…así sin más?? había que buscar un buen motivo pues los peques andan ya cansados de la “no-rutina” y solo conseguiríamos arrastrarlos por una buena causa…..que tal….recoger moras silvestres??? Siiiii!!!!! Perfecto, ya tenemos plan!!
Antes de hablar sobre nuestro fantástico paseo sin el que hoy nuestra receta no tendría razón de ser, quiero presentaros a Erica, vecina, amiga, fotógrafa y seguidora fiel del blog, que desde el inicio nos ha prestado su apoyo incondicional con mil consejos en temas de fotografía y edición (tema que me apasiona pero en el que todavía tengo mucho que aprender). Desde hace tiempo bromeaba y comentaba con ella que sería bonito preparar un post, juntas. …y justamente! En este que hoy os traemos, Erica no ha tenido escapatoria, ya que se vio inmersa desde el principio compartiendo… risas de nuestros niños, arañazos de las zarzas en nuestros brazos -tratando de alcanzar las moras más jugosas y maduras- y preparando botes y botes de mermelada para tomar y regalar!!!
Foto: Erica Schiavi
Nos apetecía mucho compartir esta experiencia y la receta resultante con todos vosotros, pero sobre todo, presentar esta receta con nuestras habituales fotos….y además, algunas otras muy especiales que nos trae Erica de nuestra sesión de fotos conjunta, que desde hoy quedarán grabadas en nuestro blog…todo un lujo!!! Una bonita experiencia entre amigas, igual de bonita que los paseos en las tardes de septiembre…
Foto: Erica Schiavi
Mermelada de Moras Silvestres
Quiero contaros cositas sobre esta receta, como éramos dos cocinando moras para hacer mermelada…nos ha dado para probar varios métodos de elaboración. Unas las hicimos de forma tradicional, dejándolas macerar un par de horas y después cocinándolas en una olla o cazo….Otras las hicimos dejándolas macerar igualmente, pero después cocinándolas en el programa habilitado para ello de la panificadora de Erica…Y por último y a modo de experimento -pues ya habíamos leído en revistas y blogs extranjeros sus posibilidades- decidimos cocinarlas en la “Rice Cooker” (olla arrocera eléctrica que me regaló mi amiga Japonesa por mi boda!) que aunque aquí en España no se utiliza comúnmente, es uno de esos pequeños electrodomésticos del hogar que sirve para muchas más cosas de las que te imaginas!! Tenemos que decir que el resultado de los tres métodos es el mismo…una mermelada exquisita!!!!!!! Así que ya sabéis, tengáis lo que tengáis en casa…no tenéis excusa!!!!
Lo de la cantidad de azúcar también va a gustos, personalmente me encanta notar el sabor de la fruta, con lo cual no soy partidaria de ponerle mucha azúcar, pero entiendo que a muchos de vosotros puede que os guste más dulce, así que id probando, hasta que encontréis vuestra proporción ideal!
Ingredientes:
- 700 gr. de moras (preferiblemente recién cogidas)
- 300 gr. de azúcar (se puede utilizar azúcar moreno de caña)
- el zumo de medio limón pequeño recién exprimido
Preparación:
Empezaremos limpiando bien las moras y asegurándonos de que no haya quedado ni una sola ramita adherida a las moras, en un escurridor las pasaremos por agua debajo del grifo para retirar los posibles restos de polvo y hojitas que puedan quedar, dejamos escurrir bien y ponemos en un bol junto con el azúcar y el zumo del medio limón durante unas horas a macerar. También las podéis dejar toda la noche si os va bien, es sencillamente para que el fruto suelte su jugo.
En una olla mediana pondremos el contenido del bol, es decir, las moras previamente maceradas con el azúcar y el zumo de limón a fuego fuerte hasta que comiencen a hervir. Dejaremos que cuezan removiendo unos 5 ó 7 minutos y a continuación bajaremos a fuego lento y dejaremos otros 35 o 40 min, removiendo de tanto en tanto para que no se peguen. Verás que comienza a soltar una espumilla blanquecina, seguiremos removiendo y poco a poco desaparecerá, eso significará que ya están listas. En nuestro caso, como no nos gusta que la mermelada quede muy espesa y compacta, este tiempo ya fue suficiente, si no siempre puedes dejarlo un poco más, pero no os guiéis por su apariencia estando todavía caliente, pues al enfriar es cuándo solidifica!
Ahora llega otro matiz que también va a gustos…con pepitas o sin pepitas! Nosotras hemos querido darle un punto dejando algunas pepitas pero no todas, pues son demasiadas! Una vez apartadas del fuego y aun calientes en la olla, metemos la batidora y trituramos todo con la batidora en velocidad baja, de manera que la textura quede suave. A continuación y después de batir levemente con la batidora, lo pasamos por el pasapurés, todo excepto un par de cucharadas soperas que dejaremos con pepitas, para de esta manera, que os quede una textura deliciosamente suave con un toque natural!!
Ahora ya solo queda ponerla en botes de cristal previamente esterilizados ( dejarlos hervir en una olla los botes y sus tapaderas durante unos 25 min.) y si habéis hecho mucha cantidad y queréis que os dure todo el invierno, la podéis conservar envasadas al vacío (llenando los botes hasta el borde, cerrando la tapa con fuerza y poniendo a baño maría durante unos 40 min, a continuación los dejas enfriar dentro del agua y ya estarán listos para guardar!).
Esperamos que os guste y que hayáis disfrutado de las fotos de hoy!